Texto: Ludmila González Cerulli
¿Qué aspectos de «los nuevos escenarios académicos» se contemplan en los planes de estudio de las distintas carreras?
Romina Cavalli (R. C.). Antes de la pandemia, el objetivo académico era profundizar la flexibilidad de los planes de estudio y la integración de estos por parte de las distintas carreras de la universidad, tratar de que estas carreras se conecten con las necesidades de las titulaciones. El nuevo escenario académico en la pandemia y en la postpandemia nos plantea que, a pesar de ser una universidad presencial, la herramienta digital se ha convertido en un aliado que vino para quedarse. Entendemos las plataformas educativas como complemento de la enseñanza, ya sea de forma asincrónica o sincrónica; lo cual no quiere decir que reemplacemos la presencialidad por la virtualidad, sino que encontramos un nuevo amigo. Según las encuestas que realizamos en los dos cuatrimestres del año, los alumnos y los docentes se han sentido cómodos con la virtualidad y la enseñanza remota.
Los nuevos escenarios conducen a dos instancias: la primera, una mayor capacitación docente en plataformas educativas, una medida que la universidad comenzó a ejecutar desde que surgió el brote; y la segunda, revisar algunas carreras para que puedan estar acompañadas por alguna herramienta digital que les genere un valor agregado.
Otro aspecto transversal a la virtualidad y la presencialidad es la iniciativa de la Universidad del Salvador (USAL) de fomentar el desarrollo de habilidades mediante actividades puntuales, tales como el torneo de arbitraje virtual con la Facultad de Ciencias Jurídicas, el Programa de Jóvenes Líderes Ambientales con la Facultad de Historia, Geografía y Turismo, workshops de armado de CV con la Secretaría de Bienestar Universitario, el módulo Aprender a Aprender sobre metodologías de estudio para colegios con la Secretaría de Promoción e Ingresos y, en especial, la reinvención del modelo tradicional de simulación de Naciones Unidas en el taller virtual «Laboratorio creativo sobre los desafíos globales de la humanidad». Creo que estas experiencias han sido motivadoras y despertaron algún tipo de vocación en los jóvenes.
¿Cuál es la importancia de la internacionalización para la Universidad del Salvador?
Luciana Tondello (L. T.). Para nuestra comunidad, la «internacionalización» es un proceso de transformación institucional en el cual se busca incorporar la dimensión internacional e intercultural en la misión y las funciones, de forma tal que sean parte de la identidad y la cultura. A esta última particularidad la llamamos «internacionalización en casa». Un indicador clave de la internacionalización en casa es el crecimiento del contenido internacional e intercultural de las materias que forman parte de la currícula regular de carreras; también, las capacitaciones a los profesores de la USAL que estén interesados en dictar sus clases en inglés dentro del marco de esta iniciativa. Por ejemplo, en agosto de 2017 se destacó el taller de capacitación dictado por el doctor Dennis Bricault, catedrático y especialista en desarrollo curricular y enseñanza de idioma de North Park University (Chicago), conjuntamente con la Escuela de Lenguas Modernas y el Vicerrectorado Académico. Este tipo de acciones se han canalizado siempre a través de la labor de la Dirección de Cooperación Internacional.
La importancia de la internacionalización en nuestra casa de estudios se comprende a partir de su misma historia. Debido a que, en una primera etapa, se orientó al posicionamiento de la USAL en el ámbito internacional mediante la firma de convenios generales de cooperación y de intercambio. Más tarde, se focalizó en la búsqueda selectiva de oportunidades en el exterior en concordancia con nuestros intereses institucionales y académicos. Pero el dato más significativo es que en 1986 la USAL se convirtió en la primera universidad argentina que ingresó en la actividad de intercambio de estudiantes universitarios. Con el tiempo, los diferentes tipos de acuerdos internacionales firmados abrieron alternativas de cooperación por lo menos en tres frentes: intercambio de estudiantes, intercambio docente y cooperación académica amplia. De hecho, la USAL ha firmado más de 262 convenios con universidades extranjeras a lo largo de la última década.
La política de internacionalización de la USAL se sintetiza en dos ejes centrales: colaborar con el mejoramiento de la calidad de la educación tanto en el marco de la misión como en los objetivos institucionales, y generar propuestas y proyectos que abarquen todas las áreas de la USAL con el fin de promover la integración regional e internacional. Desde esta perspectiva, resulta imprescindible fortalecer los programas de internacionalización para estudiantes, docentes y graduados, ya que de esta manera facilitamos mejores herramientas y competencias globales e interculturales a las generaciones del futuro.
¿En qué consiste la vinculación de los niveles secundario y superior?
R.C. La relación entre la universidad y los colegios permite que ambos niveles se nutran. Si bien la universidad se nutre de los alumnos que egresan de los colegios, el factor principal es lo que la universidad otorga a los institutos de educación media. Esto hace referencia al aporte que puede dar la universidad a los colegios a través de la enseñanza, la capacitación y el generar lazos de comunicación para la comunidad general. Más allá de que los alumnos de los colegios puedan convertirse en estudiantes de la universidad, lo principal es este servicio de capacitación que la educación superior puede brindar a los colegios. La capacitación se establece en cuatro niveles concretos: a los docentes, a los alumnos, a los padres y a las inspecciones de los distintos distritos. Este último tipo de capacitaciones resultan clave, ya que están dirigidas a los inspectores, que son los responsables de establecer y transmitir las acciones que se van a desarrollar durante el año lectivo.
Todas las capacitaciones buscan transferir conocimientos y experiencias de la vida universitaria a los colegios con el propósito de deshacer esas barreras que suelen existir entre los colegios y la universidad. Pensamos en una universidad abierta para todos aquellos que deseen formarse. En la Universidad del Salvador nos caracteriza la impronta de la universalidad mediante las diferencias y la apertura social, sin importar la procedencia de cada aspirante.
¿Cuáles fueron los principales cambios en la vinculación de niveles y en la internacionalización con la pandemia?
R.C. Los cambios fueron trascendentales y se desarrollaron de manera intensa. Aunque antes de la pandemia ya habíamos profundizado mucho la relación escuela-universidad —principalmente con el Polo Educativo Pilar, que nuclea a Pilar y localidades aledañas—, en el período de la pandemia y del aislamiento obligatorio este vínculo con el Polo nos permitió llegar a más zonas, colegios y distritos. Nos dimos cuenta de que los colegios aceptaban muchas más propuestas de la universidad al no tener la dificultad del transporte. Hemos extendido la vinculación a muchas más zonas, tanto de la Provincia de Buenos Aires como del interior del país.
L.T. En el caso de la cooperación internacional, tuvimos que repensar cómo trasladar las acciones vigentes al espacio digital. En cuanto a la internacionalización virtual, la Universidad del Salvador se sumó a las plataformas de OUI EMOVIES y ODUCAL Americarum Mobilitas Virtual para incrementar su volumen de ofertas virtuales.
En relación a la movilidad entrante, la USAL mantuvo encuentros virtuales para la difusión, promoción y capacitación con diversas instituciones: Marquette University Virtual Fair, Loyola New Orleans, University of Calgary Virtual Fair, Northeastern Coordinator Meeting and Virtual Fair, PUCP-Feria Virtual, Manchester University Coordinator’s Meeting and Virtual Fair, Rennes SB International Fair, NEOMA Virtual Fair, Chester University, ISEP y CRUP. Además, se llevó a cabo la orientación para alumnos internacionales con el programa virtual USAL para el primer semestre de 2021.
Con respecto a la movilidad saliente, nos hemos concentrado en la difusión de programas. En el mes de septiembre, se realizó un webinar con el objetivo de contarles a los estudiantes nacionales la oferta de programas disponibles para realizar un intercambio académico. En esa actividad, contamos con la participación de una representante del programa ISEP, quien hizo una breve presentación de las oportunidades a través del programa, y tuvimos la presencia de tres estudiantes que experimentaron alguno de los programas para transmitir sus experiencias a todos participantes del encuentro virtual. Por otra parte, entablamos una propuesta conjunta con la Escuela de Lenguas Modernas y alguna universidad socia con la idea de ofrecer la posibilidad a los estudiantes de ambas universidades de poder cursar una materia de su carrera en formato virtual en la institución extranjera. El rasgo positivo es que, a diferencia de los programas regulares, la materia seleccionada formaría parte de la currícula, por lo que debía ser homologada por ambas universidades.
¿Hacia dónde tendrían que encaminarse la formación académica y su internacionalización en la postpandemia?
R.C. La universidad, fiel a sus principios fundacionales, se encamina a una formación integral del profesional. Nuestros planes de estudios y carreras apuntan a esta formación con una visión humana y cristiana, pero, a su vez, con una mirada innovadora y crítica. De la mano de estos elementos, la Universidad del Salvador siempre se va a adaptar a los tiempos que corren sin perder la excelencia académica ni la formación humana.
Sobre esta base y a pesar de la pandemia, continuamos con el fortalecimiento de esta formación universal y más integrativa. Gracias a la enseñanza remota, hemos podido llegar a lugares que en la presencialidad no habrían ocurrido. Planteo un escenario de postpandemia desde el universalismo: llegar a más lugares, conectarse con otras universidades y otros espacios formativos. Acá está el desafío de la universidad: complementar esta formación tradicional, crítica e innovadora con lo moderno y con algo sin límites como la virtualidad. Teníamos un escenario acotado y de repente nos abrieron las puertas. ¿Cómo administramos esa capacidad de libertad? Por supuesto, de una manera positiva, ya que nuestra enseñanza alcanza a más lugares.
A escala nacional, Argentina se debe una reflexión en torno a la educación y respecto a qué ha pasado en todo este tiempo con la educación en general, cuáles serían los estándares que quiere establecer el país. Somos reconocidos en Latinoamérica por nuestras formaciones de grado y postgrado, por eso nos merecemos una autoevaluación que nos permita ver la foto de dónde estamos posicionados y pensar hacia dónde queremos ir, siempre con la excelencia que ha caracterizado a la educación argentina.
L.T. La universidad considera la internacionalización parte de su esencia. Contar con estudiantes y docentes internacionales y, al mismo tiempo, brindar la posibilidad a nuestros alumnos y docentes de realizar una experiencia internacional implica una gran oportunidad. Sirve para profundizar y ampliar la internacionalización institucional; pero, principalmente, permite experiencias que los enriquecerá tanto a nivel profesional como personal a partir de herramientas que potenciarán sus habilidades y el intercambio cultural que expande sus conocimientos, su cultura y sus vínculos.
La situación global y la pandemia nos han concientizado sobre la necesidad de reinventarnos. Buscar nuevos caminos que posibiliten cada vez más las experiencias internacionales mediante la utilización de las herramientas con las que ya contaba la universidad, pero que en las circunstancias actuales se han potenciado y han demostrado que podemos lograr un mayor alcance y nuevas propuestas. Esto da lugar a focalizar en las acciones de internacionalización, lo cual garantiza que una mayor cantidad de alumnos que no cuentan con los medios para realizar un intercambio puedan compartir clases con alumnos extranjeros y, así, puedan aprender juntos desde otra perspectiva.
Se dice que esta pandemia no es solo «sanitaria», sino también una «pandemia educativa» que nos invita a reflexionar sobre los proyectos y acciones que se deben encarar tanto a nivel gubernamental como de las instituciones educativas. No podemos negar que es un momento difícil para los estudiantes y los docentes. Tenemos la firme convicción de que este escenario nos obligó a repensar el aspecto pedagógico de las propuestas docentes y educativas, sin perder la excelencia académica ni la formación humana ni los principios rectores de nuestra universidad.