Lucía Lagunes: “Queremos transformar la forma de hacer periodismo y colocar las voces de las mujeres como ciudadanas con derechos”

Lucía Lagunes Huerta (Veracruz, México) lleva casi un cuarto de siglo ejerciendo el periodismo con perspectiva de género. Licenciada en Sociología por la UNaM, es socia fundadora y directora general de la agencia multimedia Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), desde donde impulsa nuevas formas de abordar la información desde el feminismo y la interculturalidad. Además, es cofundadora de la Red Nacional de Periodistas; de la Red de Periodistas de México Centroamérica y El Caribe; de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género y de la Red Latinoamericana de Periodistas. El pasado mes de diciembre, la Universidad de Málaga la galardonó con el VI Premio Internacional de Libertad de Prensa, a propuesta de la Cátedra UNESCO de Comunicación.

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Lucía Lagunes durante una de sus intervenciones en la UMA. Autoría: UMA.

¿Qué es CIMAC? ¿Cómo y cuándo nace la idea de crear la agencia?

Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) nace en 1988 con el propósito de colocar la voz de las mujeres en los medios de comunicación como centro de la noticia. En ese sentido, las personas que lo fundan son periodistas en activo que vienen de los medios tradicionales y que empiezan a diseñar las estrategias o las vías más óptimas, para hacer llegar la voz de las mujeres a los medios de comunicación. Una de ellas tiene que ver precisamente con la agencia CIMAC Noticias, mostramos que se está perdiendo una parte de la historia que es, ni más ni menos, la mitad de lo que ocurre con la población en el mundo. Hacemos periodismo que pueda mostrar esa carencia en los medios de comunicación, y esta oportunidad, si ellos quisieran tomarla, para poder construir un periodismo que reconozca como ciudadanas a las mujeres.

 

¿Qué acciones se realizan y qué se coordina desde ella?

Bueno, te decía, una es la agencia. Y teníamos claro que este grupo de periodistas no iba a poder transformar la mirada periodística si no sumaba nuevas periodistas a la reflexión de lo que impacta para las mujeres y para la democracia: su ausencia en los medios. Así, se pensó ir construyendo alianzas con otras periodistas y se fue creando la Red Nacional de Periodistas que formalmente quedó constituida en 1995. Ha sido un ejemplo para poder seguir con otros modelos de agencias y de redes de periodistas. En esta línea y, ante la emergencia que ocurre en México sobre violencia contra las mujeres periodistas, surge el programa de libertad de expresión que tiene como propósito visibilizar la violencia de género utilizada contra las mujeres periodistas para silenciar o evitar que sigan investigando. La otra parte tiene que ver con las estrategias de comunicación y el Observatorio de Medios que se hace en CIMAC, para poder mostrar cómo los y las periodistas y los medios de comunicación están representando a las mujeres en las noticias. Todo esto se articula para poder cumplir el objetivo primordial de CIMAC, que es poder transformar la forma en la que se está haciendo periodismo y colocar las voces de las mujeres reconociéndolas como ciudadanas con derechos.

 

Ha denunciado a través de los informes realizados para CIMAC la difícil situación de las periodistas en México, donde el hecho de ser mujer es un peligro añadido a una profesión amenazada de por sí. ¿Sufren las mujeres periodistas una normalización de la violencia como algo inherente a su trabajo?

Sí, hay una idea general del periodismo que, cuando uno investiga y desvela las trampas y las corrupciones de las personas en el poder, se enfrenta obviamente a una incomodidad de quién está en el poder, y eso se ha catalogado como un riesgo casi natural del oficio periodístico. La nueva situación de emergencia que vivimos en México y el visibilizar la violencia que están viviendo las mujeres, también nos ha permitido mostrar que la violencia en la vida cotidiana se ha normalizado. Ha hecho que no la identifiquemos de manera inmediata.

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De izquierda a derecha: Juan Antonio García Galindo, Lucía Lagunes, Lucía Martínez Odriozola y Bernardo Díaz Nosty durante la entrega del Premio.

¿Se ha enfrentado la propia agencia a amenazas?

Sí, hemos tenido dos allanamientos. Se han ingresado de manera violenta en nuestras instalaciones en el año 2008 y en el año 2011. Hasta ahora ninguno de los dos, que denunciamos ante las autoridades, ha tenido ninguna respuesta. En el segundo caso, interpusimos una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. El año pasado la Comisión emitió una recomendación a la procuraduría, porque reconoce que en CIMAC fueron violentados los derechos de una debida diligencia. Estamos en la etapa final del cumplimiento de esta recomendación, en solicitarle a la procuraduría una disculpa pública para CIMAC y para todas las personas que integramos el colectivo, porque la ausencia de justicia nos genera volver a colocarnos en riesgo.

 

Desde su asociación han proporcionado una extensa cobertura y documentación sobre casos como el del feminicidio de Ciudad Juárez, sobre el que ha matizado que intentaron no hacer una “gran tragedia en papel, sino exigir justicia”. ¿Cómo se logra mantener la función de contrapoder del periodismo en situaciones de impunidad como estas?

Denunciando. Si hablamos de Ciudad Juárez hablamos de 1993, y hasta el día de hoy no ha habido justicia. Ni para las mujeres en 1993 ni para las mujeres que actualmente siguen desapareciendo y siendo asesinadas en Ciudad Juárez y en todo el país. Me parece muy importante que quienes hacemos periodismo sigamos manteniendo la evidencia de cómo esta impunidad genera que otras mujeres sigan siendo asesinadas ante la inacción del Estado. Creo que ese es y seguirá siendo el papel de contrapeso que tenemos.

 

¿Cuáles son los grandes retos a los que se debe enfrentar México y América Latina en general para estabilizar la situación de los y las periodistas?

Híjole… Es como toda una tesis que podemos desarrollar. De manera muy sintética, tiene que ver con mejorar las situaciones laborales de todos los y las periodistas en el continente; garantizar el derecho a la libertad de expresión de los y las periodistas y también de las sociedades; acabar con la impunidad cuando la violencia se comete contra periodistas; y garantizar a las mujeres periodistas una vida libre de violencia y la igualdad en el trabajo. Me parece fundamental.

 

¿Qué ha supuesto la era digital para dar a conocer estas problemáticas al resto del mundo?

Un buen reto, porque tenemos que adaptarnos a este mundo digital pero, sin lugar a dudas, una oportunidad para poder mostrar lo que ocurre en el mundo, aún en contra de los deseos de los gobiernos y de los Estados.

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Lucía Lagunes en su intervención durante la entrega del Premio.

En el espectro de noticias que publican desde la agencia no olvidan a las comunidades étnicas de México y difunden las opiniones de jóvenes indígenas. ¿Sigue siendo un reto para los medios de comunicación apoyar el feminismo sin olvidar las diferencias étnicas?

Sí, las mujeres indígenas en general son poco visibilizadas en los medios de comunicación tradicionales y aún en los digitales. Regresaría un poco a la pregunta anterior, es decir, los retos en los medios digitales no son solamente usar las nuevas tecnologías, sino dotarlas de contenidos distintos en términos de reconocer la igualdad. En ese sentido creo también que ese reto está obviamente para las comunidades indígenas que siguen no siendo reconocidas como ciudadanas y como actoras de su destino, sino como entes pasivos. Está muy lejos de lo que son las comunidades étnicas en México, y en cualquier lugar del mundo.

 

¿Se plantean desde CIMAC exportar su idea a otras partes del mundo donde se produce la violencia a las mujeres?

Sí, lo hemos hecho. Por eso creamos la Red de Periodistas y en el caso muy concreto de la Red de Mujeres Periodistas nos hemos dedicado a dialogar principalmente con las organizaciones tradicionales de la libertad de expresión como Reporteros Sin Fronteras, Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), Artículo 19, Freedom House… Las propias relatorías de libertad de expresión, que mientras no miren la relación concreta de desigualdad de las mujeres periodistas difícilmente vamos a tener una protección garantizada para ellas. Creo que ha ido teniendo frutos importantes, como el que por primera vez Reporteros Sin Fronteras visibilice a las mujeres en su informe y haya hecho un manual de protección con un capítulo específico de las mujeres.  Por desgracia este capítulo sigue reproduciendo el sexismo al hacer como recomendación única la vestimenta de las mujeres como un elemento de protección, cuando la violencia contra las periodistas se desprende de la desigualdad que vivimos. Creo que tenemos buenos ejemplos de la importancia de esta metodología que creamos en CIMAC para el registro y la documentación de casos de violencia contra mujeres periodistas, y hemos estado hablando con compañeras de otros estados, de otros países como Honduras o Guatemala, en el caso de Centro América, de la importancia de hacer este registro desde la perspectiva de género para visibilizar cómo esta violencia es usada como un arma para silenciar a las mujeres periodistas.

 

Y por último, hace un mes recibió el IV Premio Internacional de Libertad de Prensa que organiza la Universidad de Málaga. ¿Qué supone recibir unpremio de este carácter?

Un gran compromiso, como lo dije cuando lo recibí. Un gran compromiso porque nos alimenta y nos ayuda a seguir haciendo el trabajo de garantizar a las mujeres y a las periodistas una vida libre de violencia. También es un reconocimiento colectivo, no únicamente en mi persona, para toda la organización, para cada una de las personas que conforman CIMAC porque estoy clara que, sin ese acompañamiento el trabajo que hemos realizado en instituciones no se haría. Entonces el reconocimiento no es solo mío, sino de CIMAC. Es de todas las compañeras, tal cual lo dije en la presentación del informe. Este reconocimiento lo recibo también por ellas, y por las periodistas que han confiado en CIMAC para dar su testimonio. Para poder seguir empujando el respeto al trabajo periodístico en general en México, pero también el respeto de la vida de las mujeres periodistas, y seguir avanzando…