Reflejos de Ecuador

Puede que Ecuador, cuando lo ubicamos en el mapa, sea un país que pase desapercibido en comparación con sus enormes vecinos, Colombia y Perú —al norte y al sur, respectivamente—; pero, dentro de su modesto tamaño, encierra datos asombrosos, como el de ser uno de los países más biodiversos del planeta o que en su interior se pueda viajar en pocas horas desde glaciares de volcanes que superan los 6.000 metros de altitud hasta la mismísima selva amazónica o, si preferimos tomar la ladera opuesta, al océano Pacífico, y podríamos llegar a las islas Galápagos si navegáramos mar adentro.

La infinita variedad de flora y fauna, así como de paisajes y lugares encantados, tiene su razón en la cantidad de ecosistemas propios de cada estrato altitudinal. Esto marca a una sociedad en la que encontramos una enorme mezcla de gentes y culturas entre multitud de contrastes, con un sistema que se abre a la globalización y tensa la cuerda hacia las comodidades del siglo en el que vivimos, mientras determinadas comunidades y pueblos de tierras remotas en la selva luchan por mantenerse al margen y preservar su riqueza y sus costumbres.

La generosidad de la Pachamama con este rincón de nuestro planeta no ha pasado inadvertida para los intereses de grandes multinacionales y de aquellos que, sin escrúpulos, extraen, expolian y transforman sus bosques, selvas y los recursos que en ellos se encuentran a un ritmo insostenible, tal y como sucede en otros muchos países de grandes riquezas naturales.

Las siguientes fotografías son el resultado de casi dos años de estancia en el país andino, el cual recomendamos que visiten, especialmente si su preferencia es el turismo ecológico o de naturaleza.

Reportaje fotográfico realizado por: Ana Ortega Dafouz (Dracaena Photography) y Jacobo Quero Pérez

Ana Ortega Dafouz, graduada en Lingüística Aplicada, es una apasionada de la naturaleza y, en gran parte por este motivo, fotógrafa de corazón. A lo largo de su recorrido por Ecuador, desarrolló diversas actividades; entre otras, voluntariados en centros de rescate y estaciones científicas, y trabajos fotográficos de temática cultural y turística.

Jacobo Quero Pérez dedica su vida al adiestramiento y estudio de las aves rapaces, lo cual le llevó a Ecuador para realizar trabajos profesionales asociados con la cetrería, la conservación y la formación de personal para el manejo de aves rapaces rescatadas. Aficionado a la fotografía de naturaleza, encontró en el país andino un lugar idílico donde desarrollar esta actividad junto con Ana Ortega.